Una pequeña historia

…ese espíritu bohemio de siempre, la va rodeando de cierto halo que encanta

La Habana ha conservado a través de los siglos la singularidad y atractivo que la identificara desde su nacimiento. La mezcla de lo antiguo y lo contemporáneo y ese espíritu bohemio de siempre, la va rodeando de cierto halo que encanta.

En pleno Centro Histórico de esta ciudad, se encuentra el Bazar Café Piscolabis, un sitio que surgió como inspiración en aquella Habana noble y antigua que recordamos, y en un intento por hacerla perdurar en estos tiempos.

Ni tan grande como para ser frío e impersonal, o tan pequeño como para que falten los más versátiles artículos

Piscolabis se propone dejar un inolvidable recuerdo de su paso por la ciudad. Nacio de la intención de crear en nuestra ciudad, un espacio que promueva el acercamiento a las tendencias del mundo del interiorismo y la decoración a finales del 2012. Un sitio ideal para la exposición y comercialización de artículos decorativos y utilitarios, exclusivos o de producciones limitadas, realizados en diferentes soportes. Además de constituir un espacio transitorio para mostrar la obra de diseñadores, artistas diverso de creadores cubanos.

Al sobrepasar sus puertas hallará objetos decorativos y utilitarios, prendas de vestir y complementos, regalos, particulares suvenirs, piezas de arte y artesanías locales.

De tal manera, sirviéndose de una decoración minimalista y natural, sobresalen piezas únicas e impregnadas de un carácter étnico, que pueden ir desde una luminaria elaborada a partir de un botellón antiguo de agua y sus componentes, unos curiosos platos de cerámica pintados, espejos enmarcados en papier maché, lienzografías con fachadas y detalles de La Habana, recipientes de maderas preciosas, guayaberas bordadas a mano, fundas para cojines de tejidos impresos, hasta delicados frascos de vidrio que guardan exóticas esencias.

Objetos que no se veían hace mucho o han dejado de usarse, como botellas, quinqués, tinteros, litros de leche, frascos medicinales, cubiertos de alpaca… recuperan su protagonismo, renovando su uso y valor, para convertirse en artículos que “cuentan historias” como candelabros, luminarias, colgadores, etc.

Las estanterías guardan una lógica ecléctica: lo moderno y lo antiguo se entremezclan en cada peldaño, formando sets que muestran detalles y conjuntos a escala doméstica,  con vistas a ofrecer algunas ideas y soluciones integrales para la decoración.

El proyecto, con su equipo multidisciplinario, ha crecido y ganado en experiencia. Además de las asistencias que se brindan dentro del Bazar,  se ofrecen también otros servicios colaterales. Entre ellos: la decoración de espacios,  el diseño de mobiliarios, la fabricación y restauración de luminarias y pantallas, entre otros.

Este espacio de la calle San Ignacio, se ha propuesto potenciar la creación artística, el valor del objeto en sí mismo, resultante de un  proceso creativo eficiente, que aproveche la versatilidad de los materiales locales y pueda tener carácter decorativo a la par de su fundamento utilitario.

Estas son algunas de las razones por las que le sugerimos que se acerque a ver, a descubrir.

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